Actualizaciones en el manejo general de pacientes postrasplante hepático y de sus complicaciones más frecuentes
Resumen
El trasplante hepático (TH) es una terapia costo-efectiva para el tratamiento
de las enfermedades hepáticas avanzadas. Aunque el TH
mejora significativamente la supervivencia a largo plazo, requiere de un
control estricto de la inmunosupresión y de las potenciales complicaciones.
Entre los fármacos inmunosupresores destacan los corticoides,
inhibidores de calcineurina, micofenolato, inhibidores de mTOR y los
anticuerpos anti CD-25. Estos fármacos actúan especialmente sobre
los linfocitos T, agotándolos, desviando su tráfico o bloqueando sus
vías de respuesta. Las principales complicaciones post TH pueden ser
renales, infecciosas, inmunológicas, biliares, vasculares, metabólicas,
cardiovasculares y neoplásicas, especialmente los primeros meses post
trasplante. Las infecciones son frecuentes y pueden ser causadas por
bacterias, virus y hongos. Se debe considerar la profilaxis contra virus
Herpes Simple, virus Varicela zoster, Citomegalovirus, Pneumocistys
jirovecii, Candida spp. y Aspergillus spp. según la presencia de factores
de riesgo. Entre las complicaciones inmunológicas, el rechazo celular
agudo es frecuente (30% de los TH), pero habitualmente responde al
tratamiento inmunosupresor. Asimismo, el rechazo crónico se presenta
en el 3-17% de los TH y solo la mitad responde al incremento de
inmunosupresión. El control de las etiologías de base es fundamental,
especialmente en enfermedades autoinmunes e infecciones por virus
hepatitis B y C. Se deben promover cambios de estilo de vida en
todos los pacientes y evitar el consumo de alcohol (especialmente
en trastorno por consumo de alcohol). Debido al mayor riesgo de cáncer, se debe vigilar activamente la aparición de neoplasias, así
como de osteoporosis y otros trastornos metabólicos, en particular
diabetes y enfermedad cardiovascular
